El número de mujeres migrantes en edad de trabajar crece un 41% en la última década, mientras que las españolas caen un 1%

Las mujeres extranjeras ganan peso en el mercado laboral, pero las barreras de acceso al empleo siguen siendo un desafío.
Se contabilizan en España 2,5 millones de mujeres migrantes potencialmente activas, que suponen el 16% del total de mujeres en edad de trabajar. Este porcentaje era del 11,7% hace una década y del 7,6% en 2004.
· La población femenina en edad laboral, y nacida en España, ha disminuido en 121.575 personas en el último decenio, mientras que la de origen extranjero ha aumentado en 738.395.
· Si las mujeres extranjeras abandonaran hoy el mercado laboral, el número de ocupadas en la economía española se reduciría en 1,4 millones y caería hasta las 7,8 millones. Incluso, si todas las desempleadas de nacionalidad española ocuparan esas vacantes, quedarían sin cubrir 273.025 puestos de trabajo, actualmente desempeñados por mujeres extranjeras.
· En los próximos 15 años, se estima que podrían llegar a nuestro país 2,5 millones de extranjeras, de las cuales el 78% (1,9 millones) serían potencialmente activas.
· “El mercado laboral presente y futuro no puede entenderse sin la contribución de las mujeres migrantes. En un contexto de invierno demográfico, con una población cada vez más envejecida y una reducción de la fuerza laboral nativa, su presencia responde a una necesidad estructural y es clave para garantizar el crecimiento económico del país”, expresa Begoña Bravo, directora de Inclusión de la Fundación Adecco.
· A pesar del protagonismo de la mujer migrante en el empleo, su exposición a la economía sumergida y a la precariedad es muy elevada: cerca de 9 de cada 10 mujeres extranjeras en España, y en situación de desempleo (86%), considera aceptar empleos en la economía irregular o sumergida, sin estar dada de alta en la Seguridad Social y en condiciones de absoluta desprotección.
· “Para muchas de ellas, la urgencia económica es un factor determinante. No pueden permitirse esperar meses para regularizar su situación, por lo que se ven empujadas a aceptar trabajos en la economía irregular, sin acceso a derechos básicos. Esta vulnerabilidad agrava su riesgo de exclusión social y sus posibilidades de sufrir situaciones de acoso laboral, dejándolas en una posición de gran indefensión, con miedo a denunciar por temor a perder su empleo o a sufrir represalias”, comenta Begoña Bravo.
Madrid- Con motivo del Día Internacional de la Mujer -8 de marzo-, el Observatorio de la Vulnerabilidad y el Empleo de la Fundación Adecco, con la colaboración de 12 empresas, presenta el 12 Informe Empleo para todas : la mujer en riesgo de inclusión en el mercado laboral,que basa sus conclusiones en el análisis y explotación de fuentes oficiales como la Estadística continua de población del Instituto Nacional de Estadística, la Encuesta de Población Activa (EPA), también del INE, o el Informe sobre la Integración de la Población Extranjera en el mercado laboral español (Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones). Además, se ha realizado una encuesta a 150 mujeres migrantes que actualmente están buscando activamente empleo en España.
Por primera vez, el informe pone el foco en las mujeres migrantes, un segmento de la población cuya participación y peso en el mercado laboral es cada vez más significativo pero que, al mismo tiempo, encuentra importantes barreras en su acceso al empleo.
“Su doble condición de mujeres y migrantes las sitúa en una posición de desventaja estructural, ante obstáculos como la discriminación por origen, la dificultad para homologar sus títulos, la falta de redes de contacto o la sobreexposición a la economía sumergida. Todo ello supone un gran lastre, teniendo en cuenta que, en los próximos años, se prevé la llegada de millones de mujeres migrantes que desempeñarán un papel crucial, por su potencial para llenar el vacío de una población activa nativa decreciente. Garantizar su acceso a empleos formales y con derechos no solo es una cuestión de justicia social, sino una necesidad ineludible para sostener el tejido productivo y asegurar la cohesión social”- asegura Begoña Bravo, directora de Inclusión de la Fundación Adecco.